Narrativas transmedia: nuevas formas de comunicar en la era digital

 Esta última contribución a mi diario de aprendizaje está basada en el artículo de Carlos A. Scolari para Anuario AC/E de Cultura Digital (edición del 2014) y titulado "Narrativas transmedia: nuevas formas de comunicar en la era digital". Empieza su artículo definiendo la narrativa transmedia como sigue:

El concepto de narrativa transmedia (transmedia storytelling) fue introducido por el investigador estadounidense Henry Jenkins en un artículo publicado en enero de 2003. ¿Qué es una narrativa transmedia? Dos son sus rasgos pertinentes. Por una parte, se trata de un relato que se cuenta a través de múltiples medios y plataformas. La narrativa comienza en un cómic, continúa en una serie televisiva de dibujos animados, se expande en forma de largometraje y termina (¿termina?) incorporando nuevas aventuras interactivas en los videojuegos. ¿Un ejemplo? Superman, un relato que nació en el cómic, pasó a la radio y la televisión en los años 1940 y terminó volando por la gran pantalla por primera vez en los 1970... Pero las narrativas transmedia también se caracterizan por otro componente: una parte de los receptores no se limita a consumir el producto cultural, sino que se embarca en la tarea de ampliar el mundo narrativo con nuevas piezas textuales. Un breve recorrido por YouTube o Fanfiction.net nos permitirá descubrir todo tipo de historias del superhéroe americano creadas por sus fans, desde parodias hasta crossovers con otros personajes como Tintín o SherlockHolmes (p. 72).

 De esta definición se deducen dos características fundamentales del relato transmedia: por un lado, la narrativa se hace disponible desde diferentes focos relacionados con la creación literaria (cómics, relatos, vídeos, videojuegos), y por otro lado la audiencia se hace suya esta creación y la transforma de forma más o menos libremente (dependiendo de asuntos de copyright) para sus propios propósitos de difusión, expresivos, didácticos o comunicativos. El ejemplo de Scolari se centra en otra clase de narrativas, como fanficciones, parodias, etc. pero también puede mencionar la avalancha de memes basados en productos pop que inundan diariamente las redes, e incluso, si queremos realmente tener en cuenta todos los sentidos en el proceso de creación comunitaria transmedia, podemos incluir la sensación del tacto: muchos fans de ciertas narrativas transmedia son muy aficionados a tener la figurita de plástico o silicona de su personaje favorito. Tal vez el ejemplo más claro de este fenómeno sean los populares Funkos:


En mi opinión y tras lo ya aprendido en esta asignatura, pienso que las narrativas transmedia tienen mucho que ver con la trascendencia de las fronteras en general: se busca la interactividad a través de los sentidos ligándola a la imaginación, que después resulta en la creación de un producto nuevo y su difusión, que, si encaja con la audiencia, también procederá a difundir esa narrativa y a manipularla hasta convertirla de nuevo en un producto nuevo, sin embargo no separado de su origen/base. Sigue diciendo Scolari:

La atomización de las audiencias y de las experiencias de consumo mediático no es simplemente un fenómeno cultural: implica un ataque al corazón del modelo de negocios de la industria cultural. La industria televisiva o la cinematográfica funcionaban porque millones de personas consumían sus productos; si esos consumidores ahora distribuyen su tiempo en diferentes experiencias de recepción mediática..., ¿cómo se sostiene el mercado? Las narrativas transmedia, en este contexto, se presentan como una posible solución –seguramente no la única– para afrontar la atomización de las audiencias. Como ya se dijo, el transmedia storytelling propone una experiencia común que abarca diferentes medios y dispositivos, todos ellos unidos por un hilo narrativo (Scolari, 2013). Si bien nunca volveremos a las viejas audiencias con millones de televidentes mirando el mismo programa al mismo tiempo, esa forma de broadcasting quedará probablemente limitada a ciertos eventos de alcance planetario –como la final del mundial de fútbol o la elección de un papa–, las narrativas transmedia permiten reagrupar a las audiencias alrededor de un relato. Si antes las audiencias eran media‐centred, ahora tienden a ser narrative‐centred (p. 73).

En este párrafo, Scolari explica la transición de la situación de hace relativamente pocos años hasta la actualidad. En los principios de la tele, había solamente dos o tres canales oficiales; luego se incorporaron las televisiones privadas, dando al consumidor de transmedia una mayor opción de consumo según su elección; años después, se introdujo Internet en el mundo y la gloriosa capacidad de encontrar, a través de un buscador, información de cualquier tema de interés del usuario, y finalmente en la actualidad tenemos la televisión prácticamente relegada a programas de entrevista, documentales, noticiarios, algún concurso y muchas tertulias, puesto que cada vez hay más gente que recurre a Netflix o a otras plataformas de streaming para consumir películas y series pero no las que dan en la televisión, sino las que eligen con un sólo click, además de verlas en el momento que quieren, poder interrumpirlas si lo necesitan o volver para atrás, y sin la inclusión exagerada de anuncios a través de los cuales funcionan las televisiones. En efecto, como señala Scolari todavía hay eventos televisivos que unen a una enorme cantidad de audiencia, consumiendo todos ellos el mismo producto al mismo tiempo: el mundial de fútbol, como él menciona; el concurso de Eurovisión, las Olimpíadas... Acerca del concurso de Eurovisión, tengo un ejemplo muy bueno de narrativa transmedia llevado a cabo en Twitter: durante el tiempo en el que duró el concurso, toda una serie de ilustradores se juntaron en el hashtag #DrawEurovision, y en tiempo real subían las caricaturas que dibujaban de cada cantante o grupo de cantantes. Es un hashtag que recomiendo visitar. Todo ello fomenta un sentimiento de comunidad en las redes que produce de forma espontánea una forma de creación y comunicación artística transmedia. A continuación un ejemplo: el cantante del Reino Unido caricaturizado por el usuario de Twitter @neilslorance

Siguiendo con el tema de mi tesis de TFM (y mi monotema, básicamente...) vuelvo a mencionar Second Life como una perfecta plataforma de creación comunitaria de contenido transmedia. Con un poco de inversión financiera, en Second Life puedes convertirte en un personaje de cómic, de película, de serie, de lo que puedas imaginar. Es también una plataforma genial que agrupa muchos dispositivos para simular el consumo de material audiovisual o digital con un formato similar al de la vida real: tenemos televisiones YouTube (y es una experiencia juntarse con otras personas en esta plataforma y ver vídeos educativos de YouTube a través de la televisión de tu mapa de Second Life para después debatirlos y comentarlos), hay posibilidad de crear libros y cuadernos digitales con texto y fotos, y existen incontables galerías de arte donde fotografías y creaciones digitales se ven expuestos para el disfrute del residente que visita el área. Los avatares tienen la posibilidad de activar animaciones que simulan estar dando una conferencia, exponiendo un material en un proyector, escuchando una lectura o incluso leyendo:


No hay que obviar el aspecto social de esta plataforma ideal para subir, crear y compartir materiales transmedia, fruto de la fantasía o que buscan simular lo más detalladamente posible la realidad. Como metaverso, es un lugar en el que la fantasía y la realidad coexisten de forma muy pacífica. Los avatares y objetos (dependiendo de su calidad) son muy realistas, y sin embargo el juego te ofrece opciones que "superan" la vida real como son el poder volar, el teletransportarse, o caminar tranquilamente bajo el agua (y construir). En cuanto al aspecto social relacionado con la narrativa, quisiera mencionar los grupos de lectura y escritura creativa que abundan en este metaverso, siendo tal vez el más importante el club de lectura de Draxtor Despres, quien regularmente invita a escritores noveles y/o famosos a hablar y debatir sobre sus obras en su club de lectura.

Para concluir, recalco que para ser realmente transmedia se tiene que ir todavía más allá... considerar muchos más elementos como parte de una narrativa, como pueden ser (como ya he señalado) los sentidos del tacto, del olfato, del gusto... tal vez el futuro de la narrativa transmedia llegue a evolucionar hasta el punto en que se busque recrear el sabor de la magdalena de Proust o el aroma que lleva al protagonista de El perfume a la fatalidad. Si tal cosa ocurre, estaré encantada en ser de las primeras en unirme a las nuevas tendencias de narrativa sensoriales.


REFERENCIAS

Scolari, C. A. (2014). Narrativas transmedia: nuevas formas de comunicar en la era digital. Anuario AC/E de Cultura Digital. Recuperado de https://bit.ly/3i7nRO8

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